Noticias de café: precios mundiales del café cerraron el 2024 con un aumento anual del 70 %, Colombia alcanzó una producción récord de 13,99 millones de sacos en 2024 y más
La nueva ola de café, trae consigo un nuevo mundo por explorar en la producción de cáscara de café para su consumo como infusión.
Desde tiempos antiguos, en Yemen, Kenia y Etiopia, la cáscara de café se ha consumido en infusiones. Qishr es la bebida tradicional en Yemen, su preparación consiste en infusiones de la cáscara con algunas especias como jengibre y cardamomo (Gómez, 2019).
Al sur de América, en Bolivia, la cáscara se tuesta un poco y luego se le añade canela, clavos y azúcar. A esta bebida le han mal llamado “café de pobre”, porque culturalmente la bebida ha sido preparada y consumida por los campesinos productores (Estirado, 2016). Es común ver en países productores de café como los campesinos venden su mejor cosecha y dejan para el consumo familiar las pasillas y la cáscara.Se puede decir que la productora Aida Batlle, en el Salvador, es la persona que introduce la infusión de cáscara de café. Un día en su finca sintió un agradable olor que provenía de una cáscara de café que había quedado expuesta al sol, muy curiosa tomo una muestra y la probó, quedando maravillada, dio a probar la bebida a unos amigos tostadores (Hernández. 2017.).
Entonces, algunas personas creen que la infusión de cascara de café es algo nuevo, pero realmente es muy antiguo, su preparación y su raíz está en Yemen (Gómez, 2019).
Lo que sí es nuevo y está poniéndose de moda es su preparación en distintas formas. Así como el café, la cascara es un mundo muy extenso y hay mucho por explorar, en algunas cafeterías de última generación se experimenta el consumo de cáscara en diferentes preparaciones, en Café Cayana nos gusta la infusión de cáscara fría con limón y azúcar. Puedes mezclar la infusión de cascara con frutas, especias, leche, licor, etc.
Podría pensarse que el incremento en el consumo de cáscara de café está relacionado con las nuevas generaciones, tanto de productores, como de baristas y consumidores. La humanidad está constantemente en búsqueda de cosas nuevas, las personas quieren experimentar otras sensaciones, otros sabores.
La sultana, como se le llama en Bolivia, ha demostrado ser una bebida del futuro. Es una buena alternativa para aquellas personas que buscan consumir alimentos saludables y que quieren hacer un aporte a la producción sostenible y amigable con el planeta. La cáscara tiene un alto contenido de minerales, ácido clorogénico, potasio, azúcares y un porcentaje bajo en cafeína ().
Tiene actividad antimicrobiana, ha demostrado tener más antioxidantes que el té verde y su agradable sabor ha ayudado para ir ganando la confianza del público. Es rica en fibra y compuestos fenólicos, todos ellos compuestos
beneficiosos para la salud humana. La cascara de café es una bebida energética, antioxidante y diurética (Cafetearte. 2017).